November 2017 Prayer Partner Message

 In Prayer Partner

As we celebrate Thanksgiving, I’ve been reflecting on some of the many reasons that I’m thankful.

First, I’m thankful for my parents. They left behind their country and everything they knew to give me and my brother the chance at a better life. I was born in Guerrero, Mexico, but they brought me to the U.S.—to Charlotte, North Carolina, the only home I’ve ever known—when I was just two months old. I’m so grateful for all the opportunities that have been available to me in this wonderful country.

I’m grateful to a woman I know only as “Miss Tammy,” who led me to a personal relationship with Jesus. As a middle-schooler, we would frequently visit my aunt in Atlanta, where we would go with her to church. Until that point in my life, I’d gone to church only infrequently, if at all, and I’d never really understood the gospel. But the children’s ministry director at that small church in Atlanta, Miss Tammy, made the gospel come alive for me, teaching with love and passion. There’s been no more important decision in my life than to commit to following Jesus as a seventh-grader.

I’m also grateful that, as I finished high school in 2013, the U.S. Department of Homeland Security opened up the chance for people like me—who came as children to the U.S. and were without legal status—to receive work permission and protections from deportation through the Deferred Action for Childhood Arrivals (DACA) program. I’d presumed that I would be unable to attend college, but DACA allowed me to get a job and register for community college. Because I was ineligible for federal financial aid and was required to pay out-of-state tuition rates, it’s taken a while to pay for school, but I’m grateful for the opportunity. I’ve recently transferred to a private Christian college where I’ve been awarded a scholarship, and I hope to graduate in the next couple years.

My prayer is to continue on to seminary and eventually serve as a pastor. My pastor at Hickory Grove Baptist Church, Luis Tejera, has mentored and supported me as I’ve discerned a call to ministry, and I’m so grateful for him, his family, and my larger church family.

Finally, I’m thankful for you. I know that there are thousands of brothers and sisters in Christ throughout this country who are committed to praying for immigrants, and particularly, right now, for “Dreamers,” those of us whose futures hang in the balance because of the cancellation of the DACA program. Unless Congress steps in to legislate a permanent solution, I and hundreds of thousands of others will lose work authorization beginning next year. For me, that brings up fears that I may not be able to achieve the career and ministry dreams that I believe God has given me, and even that I could be sent back to a country I do not even remember. But I know that God is sovereign, and I trust that He is at work in the midst of this uncertain situation.

I’ve joined with some of the many other Dreamers who are also followers of Christ to launch a project called Voices of Christian Dreamers. We want it to be a place to tell our stories to the larger Church community and beyond. We also want to use it as a platform to say “thank you” to the many who have helped us along our journey. I’d love for you to check out our site, like our Facebook page, and watch and share this video we’ve prepared about the reasons we’re thankful.

Please do continue to pray for me and the many others in similar situations. And have a happy, meaningful Thanksgiving!

In Christ,
Jose Ocampo

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Al celebrar el Día de Gracias, he estado reflexionado en algunas de las razones por las cuales estoy agradecido.

Primeramente, estoy agradecido por mis padres. Dejaron su país y todo lo que conocían para poder dar una oportunidad de una mejor vida a mí y a mi hermano. Nací en Guerrero, México, pero me llevaron a los Estados Unidos—a Charlotte, Carolina del Norte, el único hogar que he conocido—cuando tuve dos meses. Estoy tan agradecido por todas las oportunidades que he tenido en este país tan especial.

Doy gracias por la señora que conozco solamente como “Miss Tammy,” quien me introdujo a Jesús. Íbamos frecuentemente a visitar a mi tía en Atlanta, y en esas visitas íbamos a su iglesia. Hasta ese momento en mi vida, había ido a la iglesia muy infrecuentemente, y nunca realmente había entendido el evangelio. Pero la directora de ministerios de niños en esa pequeña iglesia en Atlanta, Miss Tammy, presentó el evangelio en una manera viva, enseñándome con amor y pasión. No hay una decisión más importante que la decisión que hice en el séptimo grado de seguir a Cristo.

También doy gracias que, al terminar con la secundaria en 2013, el Departamento de Homeland Security de los EEUU dio la oportunidad para personas como yo—quienes llegaron a los EEUU como niños y estaban sin estado legal—de recibir permisos de trabajo y protecciones de deportación por medio del programa DACA. Antes del programa DACA la idea de ir la universidad parecía imposible, pero con DACA pude encontrar un trabajo y matricularme en un colegio comunitario. Como no calificaba para ayuda financiera federal, ha tomado bastante tiempo para pagar por la universidad, pero estoy agradecido por la oportunidad. Recientemente me transferí a una universidad privada cristiana donde fui ofrecido una beca, y espero graduarme dentro de dos años.

Mi oración es que pueda seguir con mis estudios en un seminario teológico y servir eventualmente como pastor. Mi pastor actual en Hickory Grove Baptist Church, el pastor Luis Tejera, me ha servido como mentor y me ha ayudado a discernir la llamada al ministerio. Doy gracias a Dios por él, su familia, y toda la familia de mi iglesia.

Finalmente, doy gracias por ustedes. Sé que hay miles de hermanos y hermanas en Cristo en todo el país que se han comprometido a orar por los inmigrantes y, especialmente en este momento, por los “Dreamers” cuyas vidas están afectadas por la terminación del programa de DACA. A menos que el Congreso pase un ley permanente, yo y cienes de miles de otros perderán su autorización de trabajo empezando en el año que viene. Para mí, temo que eso podría significar que no podré lograr los sueños que Dios me ha dado de carrera y ministerio, y aún que se me podría deportar a un país que ni recuerdo. Pero sé que Dios es soberano, y confió que Él cumplirá sus propósitos aun en medio de esta situación de incertidumbre.

He colaborado con algunos de los muchos otros “Dreamers” que también son cristianos para lanzar un proyecto que se llama Voices of Christian Dreamers. Deseamos que sea un espacio para contar nuestras historias dentro de la Iglesia y aún más allá. También queremos que sea un plataforma para decir “gracias” a los muchos que nos han ayudado en nuestro camino. Les pido que visiten nuestra página, que nos den un “like” en Facebook, y que vean y compartan este video que hemos hecho, explicando las razones por las cuales estamos agradecidos.

Les pido que sigan orando por mí y por todos los demás en situaciones semejantes. ¡Y espero que pasen un feliz Día de Gracias!

En Cristo,
Jose Ocampo

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